Laila Muharram
Actualizado: 30 sept 2020
Descubre las campañas de incidencia social que han realizado varias ONGs en los últimos años sobre los derechos y la dignidad de las personas mayores.

En una calle transitada del Paseo del Arenal de Bilbao, una mujer de pelo blanco, sentada en un banco rodeado de hojas secas, miraba absorta su reloj de bolsillo dorado. Tan absorta estaba que sólo se movían los finos hilos rojos de su bufanda a merced del viento.
Era un día otoñal de 2019 y la mayoría de los transeúntes pasaban de largo, inmersos en sus quehaceres diarios. Pero hubo unos pocos curiosos que se acercaron para preguntarle a la anciana si se había perdido o si necesitaba ayuda. Sin embargo, cuando quisieron buscar vida en sus pupilas, se encontraron con unas cuencas vidriosas inanimadas.
La mujer era en realidad una escultura hiperrealista, al que le acompañaba una frase: “La última persona fallecida en soledad”. La gente que se paraba a mirarla se preguntaba quién habría sido aquella mujer, cuando habría muerto y por qué motivo lo habría hecho sola.
Por eso, cuando días después Mercedes se dirigió a aquel banco y se sentó al lado de su hermana gemela artificial, nadie sabía si alegrarse o entristecerse. Porque Mercedes, una bilbaína de casi 89 años, estaba viva; pero su contexto de existencia no ha cambiado: sufre una soledad no deseada.
El día 1 de octubre es el Día Internacional de las Personas Mayores y quería traer a mi blog esta increíble campaña de sensibilización llamada Invisible Soledad, organizada por la obra social de BBK. La campaña tenía por objetivo sensibilizar a la sociedad sobre la poca atención que se le presta al problema tan grave como es la soledad no deseada en la que viven muchas personas mayores.
Pero esta no ha sido la única campaña de sensibilización en torno a las personas mayores. A continuación, os contaré de otras organizaciones que han encontrado en la alianza la mejor manera para proteger los derechos y la dignidad de las personas mayores.
Unid@s som@s más fuertes

En España, más de 2 millones de personas mayores de 65 años viven solas. La pandemia de la Covid-19 ha sido especialmente traumática para este colectivo: por ser el más vulnerable -los mayores mueren a un ritmo 5 veces mayor que el promedio-; por sufrir discriminación en las decisiones sobre atención médica, triaje y terapias; y por las estrictas medidas del confinamiento.
Aunque las cifras siguen bailando entre las diferentes administraciones, hoy sabemos que miles de personas mayores han muerto solas y aisladas, tanto en sus hogares como en residencias. Y tal y como denunciaba Médicos Sin Fronteras en su último informe “Poco, tarde y mal. El inaceptable desamparo de los mayores en las residencias durante la COVID-19 en España”, este es un dato inaceptable para un país donde presumíamos de tener el mejor sistema de salud del mundo.
Desde el año 2017, algunas de las organizaciones no gubernamentales más conocidas de los derechos y el bienestar de las personas mayores, se unen cada 1 de octubre bajo un mismo lema: #SoyMayorSoyComoTú. Esta plataforma intenta dar visibilidad y denunciar la desigualdad que acompaña el día a día de muchas personas en su proceso de envejecer.
En esta plataforma encontramos a Matia Fundazioa, Grandes Amigos, Envejecimiento en Red, HelpAge International España y la Fundación Pilares para la autonomía personal.

Uno de los datos que más me ha llamado la atención de su manifiesto es que, aunque los medios de comunicación ponen el foco en las residencias debido al gran número de personas fallecidas en ellas, la mayoría de las personas mayores viven en sus casas, y muchas de ellas se encuentran en situación de soledad o necesitan cuidados. Por desgracia, en muchos casos, han dejado de recibir apoyos o se han visto reducidos debido a los contagios de los y las profesionales de atención domiciliaria, el cierre de los centros de día y la forzosa disminución de las visitas de familiares y voluntariado.
La realidad es que el distanciamiento físico impuesto por la crisis sanitaria ha recrudecido situaciones de soledad, rechazo y exclusión social a las que se enfrentan a diario cada vez más las personas mayores. El aislamiento prolongado afecta a la salud física y mental, su bienestar y dignidad. Ansiedad, depresión, desorientación, deterioro cognitivo, sedentarismo, pérdida de movilidad y masa muscular, fatiga… son solo algunas de estas consecuencias.
Para promover medidas integrales, estas organizaciones recuerdan la necesidad de trabajar en tres áreas específicas: transformar el modelo de cuidados, crear entornos más amigables y sociedades más inclusivas y contar con un marco legal sólido que protejan los derechos y la dignidad de las personas mayores.
Aquí algunas imágenes de las campañas de sensibilización que se han hecho los últimos años:




Si tú también sueñas que vas andando por un puente y que la acera,
cuando más quieres cruzarlo más se mueve y tambalea…
Es que no has cruzado el mío.
Gracias por pararte en mi puente para la comunicación social.
¿Conoces más campañas interesantes sobre los derechos de las personas mayores?
Te leo.
*Aquí el enlace a la página de unsplash de Cristian Newman.